Con una colaboración de 20 periodistas en 15 países de América Latina y África, investigan casos de corrupción y de sobornos que comprometen a empresas brasileñas y a dirigentes políticos.
El último día del XI Encuentro de Periodismo de Investigación de Consejo de Redacción y de la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación, Colpin, inició con la mesa Últimos hallazgos en el caso Lava Jato, una investigación transnacional de 20 periodistas de América Latina y África, coordinada por la organización Convoca, de Perú. En este espacio participaron Óscar Libón, Lisseth Boon, Milagros Salazar, Emilia Delfino y Raúl Olmos.
Milagros Salazar, directora y fundadora de la organización Convoca, inició el panel contando cómo están haciendo esta investigación que agrupa a 15 países afectados por casos de corrupción de empresas brasileñas, como Odebrecht, con la apertura de cuentas bancarias o la creación de empresas de papel en paraísos fiscales, con las que ocultaban el pago de sobornos y el financiamiento de campañas electorales.

La periodista contó que este proyecto inició con la solicitud de información sobre el proceso de licitación de Odebrecht y otras empresas brasileñas. En los documentos que obtuvieron encontraron 20 modificaciones en los contratos de estos conglomerados.
“Descubrimos que en las obras de Odebrecht se registran costos adicionales por más de 6 mil millones de dólares en países donde se pagaron sobornos”, dijo Salazar.
Adicionalmente, explicó cuál fue el proceso de sistematización, organización y comparación de la información. “Hicimos una base de datos conjunta, donde organizamos y procesamos la información de más de 10 mil documentos y, después, hubo un equipo de Convoca que se dedicó a chequear, analizar y cruzar cada dato”, precisó.
Contó también, que al ser un proyecto transnacional, se les presentaron dificultades que dependían de las prácticas legales y burocráticas de cada país, como en México y Venezuela, donde el acceso a los contratos públicos era nulo. Además, como los documentos estaban en diferentes formatos, tenían un reto muy grande para construir las bases de datos.
Posteriormente, Óscar Libón, compañero de Milagros en Convoca, dijo que para construir las historias lo primero que hicieron fue cruzar información e identificar a los suscriptores de las adendas, para después ver quiénes de ellos estaban siendo investigados.

“Hicimos más de 30 reportajes, gracias a los cuales las autoridades peruanas y, de otros países, empezaron a investigar a estas empresas brasileñas”, indicó Libón.
Para Libón la colaboración es indispensable para contribuir a luchar contra la corrupción e impunidad en el mundo.
Raúl Olmos, de la organización de la sociedad civil Mexicanos contra la corrupción y la impunidad, explicó el caso de los sobornos en este país, donde se elaboraron más de 20 reportajes gracias a las alianzas con medios de comunicación, que apoyaron las investigaciones y su difusión.
“Gracias a esta colaboración, hemos tenido la posibilidad de tener acceso que no hubiéramos obtenido solos en nuestro país. Incluso, tuvimos acceso a ellos antes que las autoridades mexicanas”, explicó.

Olmos contó que la investigación que lideraron ellos se basó en las obras ejecutadas en el estado de Veracruz, donde se crearon empresas fantasmas para la transferencia de sobornos. Detrás de estos negocios estaba el gobernante y la empresa Odebrecht.
Emilia Delfino, del medio Perfil de Argentina, habló de Los papeles de Andorra, con los que se descubrieron las cuentas secretas de funcionarios argentinos en la banca privada de Andorra, creadas para pagar sobornos.
En esta investigación se descubrieron 17.500 documentos escaneados y audios en catalán, con información de 13 países. “Nos tocó leer hoja por hoja y crear el Excel con esta información de forma manual, así conocimos los intermediarios para el pago de sobornos, que actuaban en distintos países”, contó.

Delfino resaltó que si estas redes de corrupción actúan de forma global, los periodistas también deben actuar de esta forma, porque solo así se pueden combatir estas prácticas ilegales.
Lisseth Boon, de Runrunes, de Venezuela, contó que en este país el reto más grande estuvo en la incoherencia de las versiones oficiales y en las dificultades de acceso a la información.
“Descubrimos que Venezuela, después de Brasil, era el país que más había recibido pagos por sobornos, con más de 98 millones de dólares entre 2006 y 2015”, dijo la periodista venezolana. También agregó que de esos 98 millones, se habían pagado 13,3 millones en sobornos para realizar dos obras: El tercer puente sobre el Orinoco y el puente Nigale o segundo Puente Lago de Maracaibo.

Los periodistas de Runrunes accedieron a esta información a través de correos que les enviaron y donde encontraron bases de datos con nombres en clave, con lo que pretendían enmascarar identidades y en los que lograron identificar patrones para descubrir este tipo de transacciones.
Asimismo, Lisseth dijo que en Venezuela, por el contrario de otros países, no hay fiscalía y un ministerio público, que pueda investigar los casos de corrupción y sobornos, pues no hay separación de poderes, lo que hace que estos casos, a pesar de ser denunciados, queden en la impunidad.
Boon también habló de otra investigación en Venezuela, donde se identificó el tráfico de influencias y la adjudicación fraudulenta de un contrato a Camargo Correa, otra de las empresas brasileñas investigada en Lava Jato.
Milagros cerró el panel hablando de Camargo Correa, empresa a la que le incautaron más de mil documentos archivados durante una década y que contenían información sobre el pago de coimas y financiamiento oculto electoral. Sin embargo, explicaron que estos documentos, rescatados con la operación Castillo de Arena, ya no son públicos, porque por una cuestión de forma, el caso en contra del conglomerado brasileño, fue archivado.

Por esta situación, los periodistas de Convoca de Perú, junto a los de Folha de Brasil, investigaron este caso para que no quede en la impunidad. Gracias a este trabajo de investigación y reportería colaborativo, los periodistas descubrieron documentos policiales, fiscales y de justicia.
Salazar invitó a los periodista a seguir con el trabajo en red para descubrir y sacar a la luz casos de corrupción y sobornos tan grandes como este. “Trabajemos en un próximo proyecto transfronterizo juntos. En este mismo instante hay muchos hechos de interés público que el poder oculta y que podemos descubrir en equipo”, concluyó.