La Presidenta de CdR subraya todos los esfuerzos que se reúnen al interior de la organización para promover el periodismo de investigación. Estas fueron sus palabras:

El periodismo es una práctica insaciable que permanentemente confronta a la sociedad con la descarnada realidad. Es un ejercicio que humaniza, es una escuela de vida, es una búsqueda permanente de eso que llamamos historias. Es un contrapoder.

Entre esas definiciones y otras nos movemos quienes hoy estamos aquí.

Los periodistas avanzamos hoy con más dudas que certezas entre cambios vertiginosos que han hecho de los medios, nuestra casa soñada, un espacio transformado por la revolución digital y a veces desfigurado por ella.

Actuamos en medio de una sociedad activa, participativa y adictiva, que chatea a la velocidad de la luz, recomienda historias, destruye otras, nos aplaude o nos castiga por denunciar o por no estar.

Si todo sigue como va y como dicen LA VERDAD está a punto de morir, porque estamos en la era de la POSVERDAD (mentira emotiva que significa que los hechos objetivos tienen menos de eso y más emociones)  todo lo que sucede será POSHISTORIA. Quizá ocurre esto porque hoy todo mundo asume que puede dejar huella en el mundo de los hechos, a través de las redes sociales, apelando a que finalmente el mundo es idealización de cómo uno lo vive.

Hemos llegado a un punto en que las mentiras vuelan y convencen o se ocultan.

En medio de esos fuegos y de otros, el de los interese empresariales, el de las audiencias desesperadas y demandantes, el de la métrica inentendible y emocional, nos preguntamos entonces ¿quiénes somos? ¿sobreviviremos?

Nunca ha sido tan complejo ser lo que esencialmente decidimos, periodistas. Nunca antes había sido tan importante serlo en medio de los retos que la historia nos impone. Y allí, una definición que cala hondo, somos intermediarios de realidades que necesitan más que revelarse, explicarse a través de la investigación sistemática y obsesiva.

Entonces somos eso que no podemos olvidar, seres con un equipaje que pesa por todas las preguntas que tenemos para hacernos en busca de las verdades. Ellas contribuyen a la democratización de la información así la sociedad navegue en un océano de hechos relevantes y también de trendin tópic.

Consejo de Redacción nació hace poco más de 10 años para promover el periodismo de investigación. Tantos años después celebramos el ejercicio porque somos aún capaces de vernos a la cara y asumir la decisión de continuar ejerciendo un oficio hermoso y también ingrato.

Fue Alejo Carpentier el que dijo que “El periodismo es una maravillosa escuela de la vida”. Consejo de Redacción ha sido esa escuela que paso a paso se ha abierto un espacio en nuestro país para fortalecer el ejercicio de la investigación.

Somos un grupo de amigos compartiendo un sueño colectivo que igual convive con las pesadillas y las amenazas, y que no renuncia.

Maryluz Vallejo, Directora campo de periodismo de la Universidad Javeriana, compartió una reflexión que se centró en una arqueología periodística para demostrar la antigüedad de la práctica de la corrupción en Colombia.

Por otro lado, Hubert Gehring, Director KAS, subrayó las fortalezas de los trabajos hechos junto a Consejo de Redacción.  Trabajos colectivos de los cuales han resultado publicaciones que se han convertido en insumos para el cubrimiento de la memoria, la paz y el conflicto.

Distinguió el seminario de formación, capacitación y producción multimedia, Colombia en el camino hacia la paz. Seminario que convocó a 9 periodistas alemanes y 9 periodistas colombianos. Experiencia de la cual resultó Punto de Giro: publicación de nueve capítulos que muestra nueve facetas de una Colombia después del acuerdo de paz.

“No podemos dejar que el periodismo y la búsqueda de la verdad se vuelvan subalternos de otro valor social. Debemos publicar las verdades aunque resulten inconvenientes para la paz o para la guerra”, fueron algunas de las palabras del director de noticias de Univisión, Daniel Coronell en la conferencia inaugural del X Encuentro de Periodismo de Investigación realizado por Consejo de Redacción.

El periodista colombiano expuso varios puntos de vista que dan luces sobre los desafíos del periodismo en la llamada ‘era de la posverdad’ y el proceso de paz colombiano.

Sobre el primer tema, Coronell dejó claro que en esta era ya los ciudadanos no necesitan de un intermediario para escuchar el mensaje de determinado emisor, sino que ahora cualquiera puede, por medio de una red social, publicar un mensaje y llegarle al “pueblo”.

Pero, hizo énfasis en el papel diferenciador del periodismo en medio de esa nueva realidad: el periodismo debe ser muy crítico frente a esa forma de proceder de los diferentes emisores y no publicar todo lo que quieren transmitir. “Los periodistas no somos una correa de transmisión pasiva, hay que agregar inteligencia y trabajo”.

También señaló que en la sociedad actual se le da más importancia al creer que al saber. “Ahora no hay capacidad real de distinguir entre los hechos y lo que se cree”, aclaró.

De este modo, Coronell dio cabida en su intervención a un fenómeno que cada día cobra mayor vigor: las ’fake news’ o noticias falsas. Respecto al tema señaló que hay impostores de las noticias y que éstos pueden ser de izquierda, derecha o centro.

El periodista fue más allá y señaló que incluso personas con una alta educación han caído en mentiras falsas. “Conocí una mujer pensionada, con muchos estudios, quien también cayó en el famoso cuento respecto a que le quitarían parte de su pensión para dárselo a los guerrilleros de las Farc”.

Una de las preocupaciones que manifestó el columnista de la revista Semana estuvo dirigida a que con las redes sociales, en ocasiones, se puede igualar a todo el mundo, tanto mentirosos como fidedignos. Cualquiera puede crear una mentira y sostenerla fervientemente así no tenga sustento, fue en síntesis lo que contó.

Frente a la importante coyuntura que vive Colombia, la implementación de los acuerdos de paz, aclaró que el periodismo tiene un compromiso con la verdad, sin importar si se afecta a la paz o a la guerra.

“Ni la paz, ni la victoria sobre el enemigo en la guerra justifican mermar el periodismo. La función del periodismo es otra. No debemos estar en función de la política coyuntural”, con esa premisa terminó Coronell, quien para aclarar más su posición, reveló que en 1999, cuando se desempeñaba como director de Noticias RCN, tuvo una noticia que afectaba mucho el proceso de paz que en ese momento negociaba el presidente Andrés Pastrana con la guerrilla de las Farc. Todo consistió en que el Gobierno anunció que le daría armas a unos civiles para ayudar con la seguridad de San Vicente del Caguan. El noticiero que él dirigía descubrió que tres de esos civiles no eran tal, sino integrantes de las Farc.

Para Coronell la verdad prima sobre todo, incluso en ese caso, cuando se podía dar una ruptura del proceso de paz.

“En Bellingcat somos el grupo de ratones que trabajan juntos para luchar contra los poderosos”. Así resumió Christiaan Triebert (Holanda) la labor de investigación periodística que hace el medio de comunicación en el que trabaja, para verificar acontecimientos de guerra en países como Siria e Irak.

En su ponencia del X Encuentro de Periodismo de Investigación, Triebert explicó lo que ha logrado un grupo de 30 periodistas “desde el escritorio y el computador” para comprobar o refutar hechos a partir de la verificación de datos de fuente abierta (fotos, videos e imágenes satelitales, generalmente compartidas en redes sociales).

Como ejemplo expuso tres historias que han chequeado en Bellingcat. La primera de ellas, sobre el derribamiento en Ucrania del avión MH17 en el que viajaban más de 200 personas en julio de 2014. El segundo sobre la ubicación de una comisión yihadista en el Medio Oriente y finalmente sobre la información militar de ataques aéreos en Siria por parte de Rusia y la coalición de Estados Unidos y países europeos.

En cada uno de estos casos mostró la forma en que el equipo de periodistas buscó información en Internet, Google Earth, perfiles de redes sociales, imágenes satelitales y videos de Youtube, la cual luego fue cruzada para geolocalizar y reconstruir detalles de las operaciones militares en conflictos como el de Siria.

Según Triebert, “investigar con datos abiertos es un trabajo de detective. Y este trabajo consiste en armar el rompecabezas con videos, fotos e imágenes satelitales, entre otros recursos”. Agregó que la complejidad de armar cada historia depende de la información que haya inicialmente, en algunos casos se pueden demorar una hora y media en chequear una foto o un video, en otros casos meses, y hay otros en los que no se encuentra nada; sin embargo, no encontrar datos también es un hallazgo que los periodistas pueden aprovechar.

De acuerdo con su investigación, uno de los países que tiene menor transparencia acerca de las acciones militares en Medio Oriente es Holanda. Además, en conjunto con el proyecto Airwars y las investigaciones de Bellingcat, calculan que cerca de 3.000 civiles han sido asesinados por la coalición en Medio Oriente, esto sin contar la acciones de Rusia.

Una voz desde Alemania llegó al X Encuentro de Periodismo de Investigación para dar su punto de vista sobre el conflicto armado colombiano y señalar algunos puntos clave para afrontar la implementación de los acuerdos de paz. Esa voz teutona fue la de Tom Koenigs, quien se desempeña como portavoz de derechos humanos del Grupo Parlamentario de Alianza 90/ Los Verdes, de origen alemán, y se encuentra en Colombia como delegado de su gobierno para el proceso con las Farc.

Koenigs señaló en su intervención que ha visto una buena pluralidad de medios durante el desarrollo del proceso de paz pero que este grado de pluralidad aún no lo ve en el Congreso de la República. “Hay muy poca representación de la izquierda”, sentenció. También añadió que en esta etapa de implementación de los acuerdos los medios de comunicación deben llegar a las regiones más apartadas, a las subdesarrolladas.

En lo referente a los desafíos para la implementación de los acuerdos de paz, explicó que es de vital importancia que los colombianos se llenen de paciencia y entiendan que hay procesos que no son de días sino de años. “La reconciliación necesita tiempo y también la verdad”, afirmación que acompañó con una explicación sobre cómo luego de tantos años del holocausto judío, aún en Alemania falta mucha verdad por conocer.

Por el lado de la mirada internacional frente al proceso de paz, Koenigs sostuvo que la comunidad internacional está apoyando el proceso y que allí se está transformando la imagen del país. “Si hace 20 años nos preguntaban por Colombia, pensábamos en Pablo Escobar. Hoy Colombia es el país de la paz”, afirmó.

Añadió que en el caso de Alemania son conscientes de que el apoyo no debe ser coyuntural sino prolongado. El portavoz de la agremiación alemana manifestó que de los pocos consensos que se han dado en el parlamento alemán fue precisamente el mantenimiento de la cooperación a distintos países, como el caso colombiano.

Koenigs cerró su intervención haciendo un llamado a tener paciencia en el proceso de paz que se adelanta con el ELN y expresó que no se sabe cuándo podría terminar el conflicto, o si serán o no exitosos los diálogo, pero que de igual manera hay que intentar un proceso de paz. “Por ahora lo importante es el desescalamiento del conflicto”, puntualizó.

Son tan seguidas y vertiginosas las noticias de corrupción en Colombia que, para los medios y periodistas, es difícil seguirles el paso. Esta fue una de las principales razones por las que el X Encuentro de Periodismo de Investigación incluyó el panel “Corrupción, el cáncer de América Latina”.

En esta sesión participaron los periodistas Orianna Garcés Morales (La W - CdR) Nathan Mathias Jaccard Chenu (El Tiempo - Connectas), Juan David Laverde Palma (Noticias Caracol), y, como moderadora, Laura Ardila (La Silla Vacía). Cada uno de ellos habló sobre el cubrimiento de hechos de corrupción como Panama Papers, los sobornos de Odebrecht y el caso Reficar, entre otros.

Oriana Garcés presentó el caso de Panama Papers – capítulo Colombia, que partió de una de las filtraciones más grandes en la historia. Para ello, el International Consortium of Investigative Journalists (ICIJ) dispuso la base de datos Blacklight en la que se había 11,5 millones de archivos, de un periodo de 40 años, con un tamaño total de 2.6 Terabytes, relacionados con los contratos de la firma panameña de abogados Mossack Fonseca.

En este mar de información, los periodistas con acceso a la base de datos se dieron a la tarea de buscar personajes colombianos vinculados a este escándalo de desvío de capitales a paraísos fiscales. Todo ello bajo los principios de trabajo colaborativo y respeto a la reserva de la información durante la etapa de investigación.

Como resultado de esta labor se publicaron tres historias en el micrositio de CdR #PanamaPapers.

Por su parte, Nathan Mathias, contó su participación en Panama Papers como parte del equipo de Connectas, iniciativa que promueve la difusión y producción de información en varios países de América Latina.

Para él uno de los retos de este trabajo fue cómo ordenar y visibilizar los archivos, e-mails, pasaportes, documentos de clientes y acciones de personas y empresas relacionadas con Mossack Fonseca. “Había mucha basura, pero se fue afinando el método de búsqueda cada vez más”, afirmó.

Mathias recomendó la herramienta de Hushmail para usar correo electrónico encriptado. Y también Google Authenticator, para mejorar la seguridad de las contraseñas asociadas a diferentes cuentas. Concluyó diciendo que este trabajo colaborativo, bajo la coordinación de ICIJ, es un ejemplo de investigación en equipo entre periodistas de todo el mundo, lo cual representa un cambio de mentalidad en el sector.

Finalmente, Juan David Laverde, presentó las historias periodísticas sobre los sobornos de la empresa constructora Odebrecht, la cual pagó coimas a funcionarios en América Latina para obtener contratos. Según el periodista de Caracol Noticias es diciente que en nuestro país un escándalo de corrupción como ese, que llama aún más la atención por sus vínculos con campañas políticas, termine opacando casos graves como los sobrecostos de Reficar que, para él, fue “el mayor saqueo al Estado colombiano”.

Agregó que los corruptos son cada vez más hábiles por lo que a las autoridades les es cada vez más difícil rastrear los delitos. “La gente quisiera que la información llegara a la velocidad de las redes sociales, pero hay muchos factores que hay que verificar y personajes que se necesitan investigar más antes de publicar una historia”.

Lecciones del cubrimiento del conflicto, ese fue el tema que la corresponsal internacional Jana Beris respondió, por medio de una charla en la que abrió su corazón al público del X Encuentro de Periodismo de Investigación y expuso sus experiencias en el cubrimiento del conflicto palestino-israelí.

Beris, de nacionalidad israelí-uruguaya y de religión judía, inició su intervención advirtiendo que, aunque es parte de unos de los actores del conflicto que cubre, eso no le ha impedido señalar los errores del gobierno de su país y exaltar las virtudes del palestino.

“En una ocasión hubo un atentado con explosivos en Jerusalén y no encontraba a mi hijo menor. Me puse muy nerviosa llamé a mis jefes para reportar sobre el atentado pero de repente empecé a llorar y les conté la situación con mi hijo. Ellos me comprendieron y me indicaron que me olvidara de la cobertura, que me dedicara al tema de mi hijo, el cual al poco tiempo apareció”, esa fue una de las experiencias que Beris compartió para evidenciar lo difícil de ser reportera siendo también parte vulnerable del conflicto.

La periodista judía, quien además coordina el Semanario Hebreo de Uruguay, narró cómo en Palestina e Israel pasan cosas cotidianas que el resto del mundo no tiene presentes, por lo cual en ocasiones busca mostrar historias distintas a las de violencia. “En todo país en conflicto hay normalidad”, explicó.

Beris también señaló que hay una buena parte de palestinos e israelíes que añoran la paz y que incluso, hay casos en los que árabes, palestinos e israelíes comparten y conviven en completa tranquilidad.